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LA SALUD EN EL PERÚ SIGUE EN CRISIS, PERO OLLANTA NO HACE NADA

Crítica al mensaje presidencial del Sr. Ollanta Humala - 28 de julio de 2015



Por: Dr. Pablo Pino-Lozano

Al parecer, los asesores del Presidente no le han informado sobre los principales problemas de la salud en el Perú. Lo que ha mencionado en su mensaje equivale a solo poner una curita sobre una herida de una extremidad con un absceso piógeno. Los supuestos logros y los anuncios sobre próximas acciones en el sector salud, como ampliar la cobertura del SIS a los recién nacidos y sus padres, el sistema de ambulancias, los ínfimos aumentos en las remuneraciones del personal de salud, etc. no tocan los problemas de fondo en la grave crisis por la que atraviesa el sector salud.

El atraso en salud en nuestro país, con respecto a los demás países latinoamericanos y del mundo entero, es creciente. No se está haciendo nada efectivo para revertir esta grave crisis. Esto es inconcebible cuando el Perú reúne las condiciones para el desarrollo. Como ya lo ha señalado, con precisión, la Academia Peruana de Salud, dos grandes deficiencias desatendidas, de larga data, explican este atraso:

1) En el aseguramiento social, la ausencia de financiamiento moderno es causa principal de que la mayoría de la población no tenga acceso al derecho a la salud ni a la atención integral.

2) En el sistema nacional de salud, la inexistencia de evaluaciones perpetúa la desactualización, con deficientes rectoría, descentralización, prestación de servicios, financiamiento y articulación.

Ambas deficiencias, o problemas, inciden negativamente en los recursos humanos y determinan la alta emigración de profesionales al extranjero, su insuficiencia en muchos hospitales, bajos sueldos y pensiones y huelgas frecuentes.

No se afronta los obsoletos financiamiento y recaudación, convertidos ahora en severos problemas soslayados. Solo la cuarta parte de trabajadores peruanos aporta al aseguramiento social en salud. El proceso de privatización encubierta de los hospitales, iniciada en el gobierno anterior, y promovida activamente por este, la persistencia del sometimiento de EsSalud al ámbito de Fonafe, el desfinanciamiento progresivo de EsSalud y la carencia de un plan de verdadera reestructuración y modernización de EsSalud, llevarán al colapso de esta institución, para perjuicio de los casi 10 millones de asegurados y derecho habientes.

Y con respecto al Seguro Integral de Salud (SIS), continúa en menos de 50 dólares al año el gasto per cápita, con una limitación sustancial de cobertura a muchas enfermedades y condiciones médicas. El SIS no es un seguro, es solo un programa.

Los objetivos de un sistema nacional de salud son: (a) Mejorar la salud de toda la población; (b) responder a sus expectativas y (c) protegerla contra los riesgos financieros de la enfermedad y la discapacidad. Los sistemas de salud que responden a otros objetivos, por ejemplo neoliberales, no desarrollan, sino que atrasan más.

Recordemos también que un sistema nacional de salud tiene cuatro funciones elementales para el desarrollo: (1) Rectoría. (2) Financiamiento, incluida la recaudación. (3) Prestación de servicios. (4) Generación de recursos humanos y físicos. La mayor o menor eficiencia en el desempeño de estas funciones explica las grandes brechas existentes entre los sistemas de salud que funcionan bien y aquéllos que no lo hacen.

La llamada "reforma" de salud que ha emprendido este gobierno tampoco considera estos problemas y nada se está haciendo para revertir la crisis. Más bien se ha dado prioridad al mercado que al derecho fundamental a la salud. Por ello el interés del Gobierno en las Asociaciones Público-Privadas (APP).

Para la salud, el aseguramiento y sus recursos humanos no está claro el panorama. El mensaje presidencial no ha abordado ninguno de estos problemas. Las acciones y anuncios, no son para nada suficientes para contribuir a solucionar las severas deficiencias o problemas sustanciales en el sector salud. Y lo más terrible es que se evade concertar una cabal política de Estado en salud y se insiste en un discurso político lejos de la realidad y las necesidades, propio del subdesarrollo.

El Perú debe emprender acciones, con sustento ético, solidario, financiero y técnico, hasta recuperar en salud el lugar que le corresponde en Sudamérica y que tuvo hasta la década de 1950. Pero no podemos esperar que un gobierno o un solo grupo político tenga las soluciones. Para lograr el cambio esperado es indispensable una POLÍTICA DE ESTADO EN SALUD, que sea producto de un consenso a largo plazo de todas las fuerzas políticas, académicas, sociales, gremiales, etc.; es decir, con la participación activa de todos los actores involucrado en el sector salud.

El Perú debe concertar una cabal POLÍTICA DE ESTADO EN SALUD. La resultante será un proceso exitoso de reforma, donde se afronte la crítica situación del sistema nacional de salud, del financiamiento y de los recursos humanos. También se debe lograr una verdadera Ley de Aseguramiento Social Universal en Salud: solidario, equitativo, inclusivo, ético, obligatorio, factible, moderno y progresivo, financiado con estrategias efectivas, recaudación con tecnología de última generación y una inversión mayor al promedio sudamericano.

Por lo tanto, es imprescindible organizar un amplio y moderno diálogo nacional a fin de concertar el desarrollo, terminar con la elusión de los problemas fundamentales del sector y afrontarlos con éxito.

"Hermano, hay mucho que hacer", pero ¡hagámoslo YA!


LA CRISIS EN SALUD EN EL PERÚ ES MÁS QUE UNA HUELGA: UN GOBIERNO QUE PARECE INDIFERENTE



Dr. Addhemar H.M. Sierralta*

Detrás de la huelga médica, en el Perú, existe un subyacente malestar y temor de la población por su gobierno, que habiendo recibido facultades extraordinarias del Congreso para resolver el problema de salud, pareciera no tener un horizonte claro para solucionarlo.

POBRE GASTO PER CÁPITA EN SALUD

Según la Federación Médica Peruana, Foro Salud y la Academia Peruana de Salud, “para que el Perú pueda avanzar en salud, la prioridad es afrontar la inaceptable inequidad en el gasto anual per cápita, que en el Seguro Integral de Salud (SIS) con apenas 35 dólares al año en el 2012 fue equivalente solo al 16% del gasto anual per cápita de ESSALUD (223 dólares). Peor aún, fue equivalente al 7% del promedio de dicho gasto en América del Sur (493 dólares), al 1% en España (3,032 dólares) y al 0.44% del gasto per cápita en los Estados Unidos (7,960 dólares), según los datos de OMS 2009”.

MÁS DE 11,000 PROFESIONALES MIGRARON DESDE EL 2011

A esto se le puede añadir la inadecuada política de recursos humanos de los profesionales de salud en el país. Ello ha determinado, como lo informáramos hace unos días, una altísima migración hacia el extranjero de los mismos, situación jamás ocurrida, tanto que el éxodo de médicos y enfermeros es de 11,054 profesionales entre el 2011, el 2012 y los primeros seis meses del 2013.

La salud, según estas instituciones mencionadas anteriormente, atraviesa una situación muy compleja en el país, con innumerables problemas, lo cual viene distanciando al gobierno de los usuarios, profesionales y trabajadores, sin que las autoridades del sector estén en capacidad de viabilizar una salida adecuada.

SOLUCIONES ANTITÉCNICAS

Un aspecto que pone en riesgo la salud ha sido la “aparente solución” que ha dado el gobierno al establecerse que los pacientes de los hospitales del Ministerio de Salud, adscritos al SIS, puedan atenderse también en los centros de ESSALUD. Es sabido que estos últimos son pertenecientes a los trabajadores peruanos y que es el Estado peruano es el mayor deudor de las contribuciones a este seguro. Nada asegura la financiación de esta atención y lo más probable es que se agrave la pésima atención que hoy brinda ESSALUD con el advenimiento de millones de usuarios adicionales.

Al respecto las instituciones, FMP, FS y APS, señalan que “no es aceptable asumir la salud y el aseguramiento como simples objetos de mercado, así se postergarían indefinidamente los derechos humanos y la prioridad que deben tener las políticas del Estado. En consecuencia, es indispensable utilizar correctamente las facultades legislativas autorizadas al Poder Ejecutivo para plasmar cambios modernos en salud y seguridad social hacia el logro del derecho a la salud de todos los peruanos”.

POSIBLES SOLUCIONES NO ESCUCHADAS

A propósito de todo esto el gobierno debe recordar, que oportunamente, la Academia Peruana de Salud, propuso para resolver la atención médica universal, de quienes no la tienen, optar por una financiación compartida que tendría aportes individualizados a través de los comprobantes que se emitan por el consumo de estos nuevos asegurados, en un porcentaje por definir del IGV, y complementado por el presupuesto nacional. De esta manera se podría hacer frente a los gastos sin tener que involucrar a ESSALUD que es una entidad privada en crisis y a la que no se le puede cargar una situación que tiene otras formas para ser enfrentada. Esperemos que no se hagan los de los oídos sordos.

(*) El doctor Addhemar Sierralta es miembro del Consejo Directivo de la Academia Peruana de Salud.

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